Hay muchos engaños y mentiras
propagados
en la cultura particularmente por los interesados anti-dios y anti-iglesia.
Bombardean al mundo constantemente con engaños desde su ingeniería social, para
desacreditar y acabar totalmente con la Iglesia, sin saber que Dios realmente
existe, y que Jesús mismo les dice que el que a su Iglesia persigue, le persigue
a El mismo. Y sin saber que Jesús aseguró a Pedro que los poderes del maligno vendrían
contra la Iglesia, pero sin poderla destruir.
Desde las
leyendas negras que rehicieron la historia, hasta las noticias abultadas de
todo lo negativo que puedan decir o inventar. Muchísimas acusaciones salieron en
las noticias, nunca reportarán que fueron falsas acusaciones cuando salieron
absueltos de los tribunales. Y esto es un botón de muestra de lo que se propaga
cada día.
No quieren
saber de que la Iglesia es la organización que más caridad y ayuda brinda por
todo el mundo, la que cuenta con más gente consagrada a tiempo completo, que
dejaron todo y a si mismos para servir a Dios y al prójimo, y que quedan con
los damnificados de cada terremoto o catástrofe ayudando a levantarse cuando ya
los medios de comunicación y otras ONG se fueron. La institución que más ayuda
provee a toda clase de necesidad humana. Esto lejos de darlo a conocer lo
esconderán o dirán lo contrario, pues para mentir se pintan solos, ya que
obedecen al padre de la mentira.
Pero es muy
fácil condenar de labios, de modo simplista y superficial, sin siquiera
conocer, ni molestarse en argumentar seriamente sus posturas, simplemente lo
desechan, no quieren saber; lo echan todo eso a la basura con un juicio
negativo que, por supuesto se puede hacer, como de todo lo humano, pues la Iglesia
también está compuesta de seres humanos y pecadores.
El que da la espalada a la iglesia le
da la espalda a Dios;
esto se hace siempre por desconocer, pues no se rechazaría si se conociera. Y
se hace ingenuamente, sin argumentos ni pruebas, se decide ignorar y desechar
todo lo que tiene que ver con la fe: milagros de Jesús y de los santos, siglos
de revelación bíblica, santos, concilios, millones de vidas entregadas por la
fe y por el evangelio, el considerado por millones camino de salvación y de
vida eterna, teologías y libros de santos, apariciones de la Virgen etc. A todo
esto, se le da carpetazo y se tira a la basura. Se está declarando a Dios no te
conozco ni quiero conocerte, no creo en ti ni en nadie de los que predican de
ti, no quiero saber de ti ni de tu salvación ni de tus enseñanzas. Secretamente
desde la ignorancia, de modo implícito, desde el silencio, sin decirlo, pero
eso es lo que se está diciendo, a la luz de los hechos y de las posturas que se
toman en la vida.
Es una postura de ceguera y soberbia que se siente capaz de juzgar y
condenar a millones de sabios y de gente buena, incluyendo misioneros, laicos,
curas, monjas, obispos y papas, que han hecho el bien y han llenado el mundo
con la luz de Dios, con sabiduría sobre el amor y bondad de Dios, propagando el
evangelio para lograr como se logró una civilización, que ni siquiera había
sido posible antes del cristianismo, pues eran imperios en guerras constantes.
Se logró la
vida en paz, se logró unir fuerzas para lograr todos los avances científicos y
desarrollos tecnológicos que hoy podemos disfrutar gracias a esa civilización
que el cristianismo hizo posible, y gracias a los pioneros de las ciencias cuya
mayoría fueron católicos e incluso curas.
Es una
postura de la ignorancia atrevida y de la soberbia humana la que simplistamente
condena estos millones de gentes creyentes, del pasado y del presente, sintiéndose
ellos más sabios, y rechazando a los otros porque creen tener la verdad. Claro
que si. Los que los critican también creen tenerla.