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lunes, 29 de octubre de 2018

REMITETE AL CREADOR







Toda la creación no debería remitir al creador, pues no tiene merito por si misma, el mérito es del autor. Así como valoramos al autor de las obras humanas, de libros, cuadros, esculturas o catedrales. Dios es el autor de todo, como nos dice en su palabra:

Sabiduría 13

"La incapacidad natural del hombre se revela en su ignorancia de Dios. Todo lo que admiran por su valor no los llevó a conocer al Que es. ¡Se quedaron con las obras y no reconocieron al Artesano! Consideraron como dioses que gobiernan el mundo tanto al fuego como al viento, a la brisa, el firmamento estrellado, el agua impetuosa o las luminarias del cielo. Fascinados por tanta belleza, los consideraron como dioses, pero entonces, ¿no debieron haber sabido que su soberano es todavía más grande? Porque sólo son criaturas del que hace que aparezca toda esa belleza. Si estaban impresionados por su fuerza y su actividad, debieron haber comprendido que su Creador es más poderoso aún." "Porque la grandeza y la belleza de las criaturas dan alguna idea del Que les dio el ser. … Pero ni aun así están libres de culpa: si fueron capaces de escudriñar el universo, ¿cómo no descubrieron en primer lugar al que es su Dueño?"

Romanos 1

"Porque lo invisible de Dios, desde la creación del mundo, se deja ver a la inteligencia a través de sus obras: su poder eterno y su divinidad, de forma que son inexcusables; porque, habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios ni le dieron gracias, antes bien se ofuscaron en sus razonamientos y su insensato corazón se entenebreció: jactándose de sabios se volvieron estúpidos, y cambiaron la gloria del Dios incorruptible por una representación en forma de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos, de reptiles.

Por eso Dios los entregó a las apetencias de su corazón hasta una impureza tal que deshonraron entre sí sus cuerpos; a ellos que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, y adoraron y sirvieron a la criatura en vez del Creador, que es bendito por los siglos. Amén." 




Pero si la belleza de la creación tiene ese poder que debería elevar cada vez que la vemos nuestra fe, admiración y amor al Creador, mucho más deberíamos admirarle y amarle por la belleza que refleja en la creatura humana, culmen prodigioso de toda la creación. Incluso es en el ser humano donde Dios quiso dejarnos su imagen y semejanza, su obra admirable, por las cualidades espirituales, racionales, de inteligencia, creatividad… por los dones y talentos con que Dios ha dotado a cada uno.

Tanto es así, que toda obra admirable de los hombres, o éxitos de los hombres deberían remitirnos también al creador, pues el merito de la inteligencia y capacidad humana es para Dios. Así lo pide la revelación divina: A El sea todo honor y toda gloria por los siglos.

Los seres humanos, desde nuestra mirada corta y estrecha, vemos distorsionado y nos apropiamos fácilmente de lo que recibimos por la abundante e infinita capacidad y bondad de Dios, que da a todos a manos llenas. Podríamos creer que es merito propio y atribuirnos los éxitos y logros como cosa nuestra.

1 Corintios 4,6s. para que ninguno de vosotros se vuelva arrogante a favor del uno contra el otro. Porque ¿quién te distingue? ¿Qué tienes que no recibiste? Y si lo recibiste, ¿por qué te jactas como si no lo hubieras recibido?

Es lo que San Ignacio de Loyola llamo extorsión de propiedad. No podemos apropiarnos de lo que es un don gratuito de Dios, del que solo somos administradores para ponerlo al servicio de los demás, pues para eso lo hemos recibido, para dar gloria a Dios dando mucho fruto, desde lo que cada uno es (Juan 15,8).


Por ello cuando me gusta un cuadro o una catedral debería remitirme a la causa primera, a Dios creador de todo, el que dotó a los hombres para elevarse en cuerpo y alma, haciéndose participes y co-creadores de tanta belleza, con las capacidades y dones otorgados por el Amoroso creador.

Cuando escucho una conferencia llena de sabiduría que me eleva el alma y el corazón, debería ensalzar a la magnanimidad de nuestro Dios que ha dado al hombre su capacidad de conocer y exponer sabiduría, y me ha dado la capacidad de entenderla y acogerla.

Los aplausos que parecería dirigimos al conferenciante, deberían ir dirigidos a Dios, dador de los dones que hacen posible todo. Si sacamos a Dios de la ecuación, quedamos en una mirada corta, intramundana, donde nos endiosamos a nosotros mismos, donde nos creemos capaces de eso y de más, como si pudiéramos algo sin Dios, como si fuéramos dueños y autores de nuestra propia vida. Quedamos miopes o ciegos respecto a Dios y a todas las verdades reveladas por El.

Por ello siempre que aplauda, será solo una partecita para el instrumento de Dios que puso los dos panes y el pescado, pero la mayor parte del aplauso ira al que hizo la multiplicación para que con esa pobre humanidad, con esa pobre aportación humana, hayan sido nutridas multitudes. Me dirigiré y alabare y ensalzare al autor de la vida que hace posible nuestra interacción, nuestro dar y recibir, nuestro poder hablar y escuchar, entender y aceptar.


Y cuando sea aplaudido, reconoceré que la mayor parte de ese aplauso es para glorificar a Dios, que es el que hace posible ese regocijo común, ante la belleza creada por El, ante lo que solo con sus dones y bondad es posible disfrutar. Solo así estamos en la verdad, y solo en la verdad tenemos verdadera comunión con El, que nos va liberando de la cortedad de miras y de los engaños del maligno.

martes, 23 de octubre de 2018

LA FE SON LOS ZAPATOS NO EL SOMBRERO





Hay solo un modo de vivir correctamente nuestra fe y es dejando que ella ilumine e inspire toda nuestra vida, por ello es comparable con los zapatos que te sostienen y te protegen cada paso que das, cimentando tu cuerpo y evitando los daños que causaría el terreno en tus pies, y no un sombrero que se pone y se quita uno cuando quiere, según su gusto.

Sin zapatos nuestros pies sufrirían las inclemencias del piso y del clima, se dañarían con los pisos abrasadores del verano o se congelarían con los fríos del invierno; no podrían caminar a gusto por terrenos pedregosos o con espinos, etc. esto determinaría muchos de nuestros pasos que tal vez daríamos rodeos a charcas o a piedras y espinos, para evitarlos.

En cambio, con unas buenas botas puede ir uno por el camino mas recto posible sin titubear, sin importarle los fríos o calores, o las piedras del camino; se sobrepone a ellas. Y así es la fe. Con la fe bien puesta podemos caminar como hijos de la luz e hijos del día, guiados por el conocimiento y amor a Dios a cada paso que damos. 
Así debe ser nuestra vida, siempre iluminada y dirigida por la fe; ella es lo que la inspira y la lleva por los caminos de este mundo, la que le da sabiduría para discernir la dirección que toma, las propuestas que acepta y las que rechaza, las decisiones ante las encrucijadas frecuentes que todo peregrino encuentra en este mundo. La fe es la que necesitamos a cada paso, como los zapatos, para caminar sin cesar, decidir sin titubear, y avanzar siempre hacia la meta.

En cambio, los que no tienen la fe como zapatos permanentemente puestos y cimentando sus vidas, sino como un sombrero que quitan y ponen a su antojo o conveniencia, se privan de la fe verdadera que les sostendría siempre y protegería de muchos males. Se conforman con asomarse un momentito de la semana a la luz, para volver a la obscuridad habitual a la que ya se acostumbraron y lamentablemente se hicieron adictos.

Solo quieren saber de Dios y de su palabra el ratito que dura la misa del domingo, para salir de nuevo a las tinieblas del mundo, a la que realmente aman y adoran más que a Dios. Impulsados por el desorden egoísta que les tiene ciegos: la soberbia, ira, envidia, avaricia, lujuria, gula y pereza que les dominan y gobiernan en lugar de dominar ellos sobre esta tiranía.

Vuelven a las tinieblas de un mundo que incita esa vida de esclavitud del pecado, que alimenta esa llama del deseo por todo lo pasajero y lleva a menospreciar e ignorar los valores verdaderos que son los eternos.

Así, como quitándose el sombrero al salir de la Iglesia del domingo, y dejan a Dios en el templo y vuelven a su vida de hombres paganos, sin Dios y sin fe, dominados por los ídolos y pecados como adicciones que no pueden dominar y les impiden vivir en la libertad de hijos de Dios.

Como si se pusieran los LENTES DE LA FE dentro de la iglesia, y los dejaran a la salida, en la puerta, para volver a ver distorsionadamente, a valorar equivocadamente todo lo de este mundo.

En realidad, los lentes que se ponen al entrar en la iglesia podemos decir que no les permitían ver muy claro tampoco, pues prefieren quitárselos al salir. No se los quitarían si la fe hubiera sido tan clara como para ver a Dios, pero son lentes sin graduar, con los que aun ven distorsionado incluso las cosas de Dios, por eso seguirán en su ceguera. Muchos tienen una fe aparente, una creencia, pero no la verdadera fe que Cristo nos pide, no el don sobrenatural de la fe.

Para graduar estos lentes se necesita tener una experiencia de Dios, la que nos brinda normalmente la palabra de Dios predicada en retiros espirituales, donde, abriendo el corazón y un espacio amplio a Dios, podemos dejarle entrar y operar, podemos verle con mas claridad, hasta el punto de no querer perderlo por nada del mundo. Ahí es cuando la fe deja de ser un sombrero de quita y pon, y comienza a ser lo que sustenta e inspira toda nuestra vida, como lo vemos en María y en tantos santos y hombres de Dios.

Efesios 6,14ss. Manténganse firmes, ceñidos con el cinturón de la verdad, protegidos por la coraza de justicia, 15 y calzados con la disposición de proclamar el evangelio de la paz. 16 Además de todo esto, tomen el escudo de la fe, con el cual pueden apagar todas las flechas encendidas del maligno. 17 Tomen el casco de la salvación y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios.

18 Oren en el Espíritu en todo momento, con peticiones y ruegos. Manténganse alerta y perseveren en oración por todos los santos




domingo, 23 de septiembre de 2018

NO TE FIES TANTO DE TI


El enemigo diablo, padre de la mentira, engaño a Adán y Eva diciéndoles, entre otras cosas, que si comían de aquel árbol serian como dioses. Y parece que es una de las heridas que arrastramos los humanos, el deseo de ser dioses, pero malentendiendo lo que eso es realmente, pensando erróneamente que sabemos todo, y que nuestro juicio es correcto, bueno y sabio. Lejos de eso, nuestro conocimiento es parcial y distorsionado, y no podemos hacer juicios como si conociéramos el 100% cuando solo conocemos el 2%.

Muchas veces los hombres se erigen a sí mismos como dioses cuando le exigen a Dios algo, o le reclaman o critican, como hacen frecuentemente, sin siquiera conocerlo, ni haberse molestado en saber de El ni en escuchar lo que nos reveló. Queremos que El nos escuche, pero no queremos escucharlo, lo juzgamos sin ni siquiera saber lo que el nos dijo. Así es el atrevimiento de la ignorancia humana.

Hay muchos ejemplos de esta torpeza, veamos algunos:

- Si Dios quiere que lo conozca que se me aparezca y me hable.

- Dios esta en todas partes, no hace falta que vaya a misa.

- Si Dios existiera no habría tanta injusticia y maldad.

- Dios no existe o es malo, porque permite la muerte y la enfermedad de inocentes.

- Dios nos abandonó, ¿porque no me ayudó cuando lo necesitaba?

- Si Dios existe ¿Por qué permite que tantos mueran de hambre?

- No quiero a Dios, pues no sirve para nada, permitió mis traumas y tragedias.

Etc… 




Varios de estos razonamientos necios se reflejan también en la Biblia:

Sal 14,1.  Dice el necio en su corazón: No hay Dios.



Sab 2. Se dijeron los impíos: «Acechemos al justo, que nos resulta incómodo: se opone a nuestras acciones, nos echa en cara nuestros pecados, nos reprende nuestra educación errada; veamos si sus palabras son verdaderas, comprobando el desenlace de su vida. Si es el justo hijo de Dios, lo auxiliará y lo librará del poder de sus enemigos; lo someteremos a la prueba de la afrenta y la tortura, para comprobar su moderación y apreciar su paciencia; lo condenaremos a muerte ignominiosa, pues dice que hay quien se ocupa de él.

Lo mismo razonaron acechando contra Jeremías y también los soldados y otros judíos ante Cristo crucificado diciendo: si es hijo de Dios que se salve a sí mismo. Así se autoengañan tratando de justificar su crimen.

Queremos decirle a Dios lo que debe hacer, sin siquiera escucharle ni conocerle nos atrevemos a juzgarle y condenarle, tal como lo hicieron con Cristo los que le condenaron a muerte y lo crucificaron, sin conocerle; sin saber lo que hacían, como el mismo Jesús dijo. Así los que niegan a Dios lo siguen haciendo por ignorancia, pues no se puede valorar lo que no se conoce. De hecho, son muchos los que lo niegan y rechazan y después vienen a conocerlo y a amarlo y seguirlo, lamentando haber vivido tanto tiempo en la ignorancia, juzgándolo y persiguiéndolo, como le sucedió al mismo San Pablo.



Pero el hombre sin Dios está en tiniebla y en su ignorancia atrevida se endiosa a sí mismo y razona sin la luz de la revelación, desde su limitada lógica humana, desde su propia torpeza, atreviéndose a decir lo que debe Dios hacer o no hacer, y cómo debería hacerlo, para creer en él. Esto lo hace antes de ni siquiera buscarlo, para poderlo encontrar, antes de escuchar su palabra e interesarse por lo que vino a revelarnos. Es una muestra de la ignorancia humana.

Muchos decidieron no creer en Dios, pese a las infinitas evidencias, y por tanto tomaron la decisión de no buscarlo. Después de esto, encontraran miles de pretextos para reafirmar esa decisión. Lo que no conocemos no podemos valorarlo, y es como si no existiera para nosotros.

Rom 1,19- "pues lo que de Dios se puede conocer, está en ellos manifiesto: Dios se lo manifestó. Porque lo invisible de Dios, desde la creación del mundo, se deja ver a la inteligencia a través de sus obras: su poder eterno y su divinidad, de forma que son inexcusables; porque, habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios ni le dieron gracias, antes bien se ofuscaron en sus razonamientos y su insensato corazón se entenebreció: jactándose de sabios se volvieron estúpidos,"

Is 5,20. ¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo! ¡que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz! ¡que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo! ¡Ay de los sabios en sus propios ojos, y de los que son prudentes delante de sí mismos! 


1 co 13,12 Ahora conocemos a Dios de manera no muy clara, como cuando vemos nuestra imagen reflejada en un espejo a oscuras. Pero, cuando todo sea perfecto, veremos a Dios cara a cara. Ahora lo conozco de manera imperfecta; pero cuando todo sea perfecto, podré conocerlo como él me conoce a mí.



2 Tim 4,3. "vendrá un tiempo en que los hombres no soportarán la doctrina sana, sino que, arrastrados por sus propias pasiones, se harán con un montón de maestros por el prurito de oír novedades; apartarán sus oídos de la verdad y se volverán a las fábulas."

Fi 3,18 … se enorgullecen de lo que deberían avergonzarse y sólo piensan en cosas de la tierra.



Para los que realmente se identifiquen con los mencionados cuestionamientos sobre Dios, no les podemos brindar una respuesta simple, pues a Dios le encuentra quien le busca de corazón y le quiere encontrar; quien no, no. Pero para suscitar esa hambre y sed les presento este texto, donde muestra que Dios es compatible con todo sufrimiento e injusticia que hay en esta tierra. Eso nos lo muestra claramente El mismo cuando hecho hombre fue víctima de torturas y calumnias hasta morir en cruz injustamente por hacer el bien. Y como dice San Pablo:

Rom 8,35 "¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿La tribulación?, ¿la angustia?, ¿la persecución?, ¿el hambre?, ¿la desnudez?, ¿los peligros?, ¿la espada?, …. Pero en todo esto salimos vencedores gracias a aquel que nos amó. Pues estoy seguro de que ni la muerte ni la vida ni los ángeles ni los principados ni lo presente ni lo futuro ni las potestades ni la altura ni la profundidad ni otra criatura alguna podrá separarnos del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús Señor nuestro."

Cristo no nos vino a quitar la cruz sino a darle sentido. Nos mostró que este es el camino que lleva al Padre, a la Vida eterna, si le creemos y le seguimos.









miércoles, 15 de agosto de 2018

1 Cor 13





1 Si yo hablara lenguas humanas y angélicas, pero no tengo amor, he llegado a ser como metal que resuena o címbalo que retiñe.

2 Y si tuviera el don de profecía, y entendiera todos los misterios y todo conocimiento, y si tuviera toda la fe como para trasladar montañas, pero no tengo amor, nada soy.

3 Y si diera todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregara mi cuerpo para ser quemado, pero no tengo amor, de nada me aprovecha.



Estos 3 versículos son claros. El amor es esencial. Pero hemos de puntualizar y explicitar algo fundamental: ¿a qué amor se refiere? No es al amor puramente humano, pues no es ese el que nos hace pasar de la muerte a la vida, ni el que nos distingue de los paganos. “Si aman solo a los que los aman, ¿Qué hacen de extraordinario? También los paganos…”. El amor del que habla este texto es el amor de Dios, el amor fruto del Espíritu Santo, ese es el que nos hace participar de la vida divina, le que nos hace complacer a Dios, y sin ese amor solo nos movemos en lo temporal, terrenal y pasajero.





No importa el tamaño de lo que hagamos, si causa admiración o rechazo, seria solo obra humana en la que Dios no se puede complacer, pues no es su voluntad, ni procede de Él. No seria fruto que permanece, solo obra humana, de mayor o menor relevancia, pero no es acción de Dios, pues no procedería de la fe ni del amor verdadero, por el que actúa Dios, con repercusión eterna.



Sin ese amor, nada soy, pues solo seria una nube pasajera, que esta por un tiempo y desaparece. Solo con su amor en mi puedo tener ser, y dar fruto que permanece.



4 El amor es paciente, es bondadoso; el amor no tiene envidia; el amor no es jactancioso, no es arrogante;

5 no se porta indecorosamente; no busca lo suyo, no se irrita, no toma en cuenta el mal recibido;

6 no se regocija de la injusticia, sino que se alegra con la verdad;

7 todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.



Ese amor es el único que merece el nombre de amor, muy diferente del deseo egoísta al que con frecuencia los humanos nos referimos con ese término, pese a ser un simple sentimiento pasajero y deseo egoísta. El amor del que nos habla este texto es el verdadero amor, sin egoísmo, divino, verdadero, que ve solo el bien del otro, que quiere edificarlo, enriquecerlo, ayudarlo a toda costa.




Es por ello que requiere paciencia, sacrificio para soportar la lentitud en el proceso de purificación que el otro requiera. Solo suspira por su bien. No tiene envidia, pues esta se define como entristecerse con el bien del otro o alegrarse con su mal, mientras que el amor es todo lo contrario, anhela su bien y se entristece con lo que perjudica al otro. No es arrogante ni soberbio, pues esta en la verdad, es humilde, y quiere solo el bien del otro, aun mas que el de uno mismo.



Desde estas ideas se entiende cada una de las afirmaciones sobre el amor, que aquí recopilo de diversas traducciones:

-      Es paciente y bondadoso, servicial y siempre amable

-      No tiene envidia

-      No es jactancioso, orgulloso ni arrogante. No hace alarde ni se envanece.

-      No se porta indecorosamente ni con bajeza, no es grosero

-      No es egoísta, no busca su propio interés.

-      No se irrita, no se enoja con cualquier cosa

-      No toma en cuenta el mal recibido

-      No se regocija de la injusticia, no aplaude a los malvados

-      Se alegra con la verdad

-      Todo lo sufre, todo lo disculpa, todo lo aguanta

-      Todo lo cree

-      Todo lo espera

-      Todo lo soporta




No es que se desentienda de todo o aguante por aguantar, su objetivo y prioridad es ayudar al otro, hacerle bien, edificarlo, y a toda costa, por lo que no se trata de aguantar lo que sea, ni lo haría si es perjudicial para el otro. De hecho, no es recomendable soportar malos tratos, no solo por el bien de uno, sino por el bien del maltratador, que no le haríamos bien permitiendo su escalada de abuso y maltrato. El soportar y esperar irá siempre enfocado al objetivo del amor verdadero que busca solo el bien y edificación del prójimo.





8 El amor nunca deja de ser; pero si hay dones de profecía, se acabarán; si hay lenguas, cesarán; si hay conocimiento, se acabará.

9 Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos;

10 pero cuando venga lo perfecto, lo incompleto se acabará.

11 Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, razonaba como niño; pero cuando llegué a ser hombre, dejé las cosas de niño.

12 Porque ahora vemos por un espejo, veladamente, pero entonces veremos cara a cara; ahora conozco en parte, pero entonces conoceré plenamente, como he sido conocido.

13 Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor.

NO TODO TIENE QUE ESTAR EN LA BIBLIA




Son muchos los católicos que aun piensan que todo lo que creemos tiene que estar en la Biblia, como afirman también los protestantes; pero es claro que no es así. Presento a continuación algunas razones por las que no es necesario:

-      Si la última fuente de veracidad y autoridad fuera la biblia, hasta la misma biblia estaría puesta en cuestión, pues la biblia no trae la lista de libros inspirados por el Espíritu. Por lo que se requiere una autoridad exterior a la biblia que determine cuales son los libros inspirados: la Iglesia, a la que Cristo encomendó la misión, y le dio las llaves del Reino de los Cielos.



-      JS también fue explícito en decir que le faltaba mucho por enseñar, pero que no debían preocuparse, pues les enviaría su Espíritu que les seguiría guiando, como lo ha venido haciendo por 20 siglos. Pretender que todo debe estar en la biblia seria ignorar estas importantes afirmaciones explícitas de Cristo, y desacreditar o rechazar la guía del Espíritu, que acompaña a los hombres según estos pueden entender y aceptar.

-      Que todo tenga que estar en la Escritura es un contrasentido en sí mismo, pues la misma Escritura no dice eso, por lo que esa frase no es bíblica; por tanto, decir que todo debe estar en la biblia es antibíblico. De hecho, muchas veces la biblia nos exhorta a practicar no solo lo trasmitido por escrito sino por tradición oral.

-      San Juan también afirma al final del evangelio que mucho más les dijo y enseñó Jesús, que no ha sido puesto por escrito y que, si se escribiera todo, no cabrían los libros en este mundo. Es entendible y obvio que no todo quedó consignado en la Escritura, pues todas las palabras de Jesús en los evangelios podemos leerlas en menos de una hora, y Cristo les habló durante tres años.



-      Al igual que Dios acompañó a su pueblo durante siglos por medio de enviados y profetas, haciendo progresar su plan amoroso de salvación y su revelación, según los hombres podían comprender y aceptar, así mismo el Espíritu viene guiando a su pueblo por medio de su Iglesia, en medio de las vicisitudes de este mundo, en cada siglo de la historia, con sus diferentes tipos de persecución y ataques a la barca de Pedro y al proyecto de Dios.

-      Por tanto, hemos de aceptar que no todo podía estar en la Escritura, pues hay muchos retos que han venido a existir con el paso de los siglos, como los planteados por la revolución sexual, por las nuevas tecnologías, por el ateísmo generalizado, etc.; no podemos encontrar muchos de estos temas en la Biblia, por ello Dios aseguró el Espíritu Santo a su Iglesia, para guiarnos en medio de la tempestad de este mundo.



viernes, 20 de julio de 2018

PODEMOS SER DEL DIABLO


PRESENTO A CONTINUACION SIMPLEMENTE CITAS BIBLICAS TEXTUALES, QUE NOS MUESTRAN UNA SERIA Y DRAMATICA REALIDAD. ESTO DEBERIA LLEVARNOS A ORAR CON HUMILDAD ANTE DIOS PARA SER DIGNOS DE ESTAR DE SU LADO, PUES SI NO ESTAMOS CON EL, ESTAMOS CONTRA EL, COMO SECUACES DEL ENEMIGO.


Mateo 13,38 y el campo es el mundo; y la buena semilla son los hijos del reino, y la cizaña son los hijos del maligno;

Hechos 13,10. dijo, Tú, hijo del diablo, que estás lleno de todo engaño y fraude, enemigo de toda justicia, ¿no cesarás de torcer los caminos rectos del Señor?

1Jn 3,8.  Quien comete el pecado es del Diablo, pues el Diablo peca desde el principio.



1 Juan 4,3.4.6. y todo espíritu que no confiesa a Jesús, no es de Dios; y este es el espíritu del anticristo, del cual habéis oído que viene, y que ahora ya está en el mundo.…

Juan 8,44. Sois de vuestro padre el diablo y queréis hacer los deseos de vuestro padre. Él fue un homicida desde el principio, y no se ha mantenido en la verdad porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, habla de su propia naturaleza, porque es mentiroso y el padre de la mentira.

Jn 6,70.  Jesús les respondió, «¿No os he elegido yo a vosotros, los Doce? Y uno de vosotros es un diablo.» 




Juan 8,47. El que es de Dios escucha las palabras de Dios; por eso vosotros no escucháis, porque no sois de Dios.

1 Juan 2,9s. El que dice que está en la luz, y aborrece a su hermano, está aún en tinieblas.

1Jn 2,22. ¿Quién es el mentiroso sino el que niega que Jesús es el Cristo? Ese es el Anticristo, el que niega al Padre y al Hijo.



1Jn_3,8. Quien comete el pecado es del Diablo, pues el Diablo peca desde el principio. El Hijo de Dios se manifestó para deshacer las obras del Diablo.

1Jn_3,10.  En esto se reconocen los hijos de Dios y los hijos del Diablo, todo el que no obra la justicia no es de Dios, ni tampoco el que no ama a su hermano.



1Jn_3,12.  No como Caín, que, siendo del Maligno, mató a su hermano.

Hch 13,10.  le dijo, «Tú, repleto de todo engaño y de toda maldad, hijo del Diablo, enemigo de toda justicia, ¿no acabarás ya de torcer los rectos caminos del Señor?


1Jn_4,3 y todo espíritu que no confiesa a Jesús, no es de Dios; ese es el del Anticristo. El cual habéis oído que iba a venir; pues bien, ya está en el mundo.

Mat_13,38.  el campo es el mundo; la buena semilla son los hijos del Reino; la cizaña son los hijos del Maligno;

Sab 2,24.  Mas por envidia del Diablo entró la muerte en el mundo, y la experimentan los que le pertenecen.

Sir_21,27.  Cuando el impío maldice a Satanás, a sí mismo se maldice 


PODEMOS SER INFLUIDOS X EL DIABLO



Jn_13,2.  Durante la cena, cuando ya el Diablo había puesto en el corazón a Judas Iscariote, hijo de Simón, el propósito de entregarle,

Hch 10,38.  cómo Dios a Jesús de Nazaret le ungió con el Espíritu Santo y con poder, y cómo él pasó haciendo el bien y curando a todos los oprimidos por el Diablo, porque Dios estaba con él;

Ef_4,27.  ni deis ocasión al Diablo.

Ef_6,11.  Revestíos de las armas de Dios para poder resistir a las acechanzas del Diablo.




1Ti_3,7.  Es necesario también que tenga buena fama entre los de fuera, para que no caiga en descrédito y en las redes del Diablo.

2Ti_2,26.  y volver al buen sentido, librándose de los lazos del Diablo que los tiene cautivos, rendidos a su voluntad.

Stg 4,7.  Someteos, pues, a Dios; resistid al Diablo y él huirá de vosotros.

1Pe_5,8.  Sed sobrios y velad. Vuestro adversario, el Diablo, ronda como león rugiente, buscando a quién devorar.



1Jn_3,8.  Quien comete el pecado es del Diablo, pues el Diablo peca desde el principio. El Hijo de Dios se manifestó para deshacer las obras del Diablo.

Rev_2,10.  No temas por lo que vas a sufrir, el Diablo va a meter a algunos de vosotros en la cárcel para que seáis tentados, y sufriréis una tribulación de diez días. Manténte fiel hasta la muerte y te daré la corona de la vida.

Rev_12,12.  Por eso, regocijaos, cielos y los que en ellos habitáis. ¡Ay de la tierra y del mar! porque el Diablo ha bajado donde vosotros con gran furor, sabiendo que le queda poco tiempo.»

1Jn 2,18.muchos anticristos han aparecido, por lo cual nos damos cuenta que es ya la última hora.

2Jn_1,7. Muchos seductores han salido al mundo, que no confiesan que Jesucristo ha venido en carne. Ese es el Seductor y el Anticristo.

Mat_5,37.  Sea vuestro lenguaje, "Sí, sí"; "no, no", que lo que pasa de aquí viene del Maligno.

Mar_4,15.  Los que están a lo largo del camino donde se siembra la Palabra son aquellos que, en cuanto la oyen, viene Satanás y se lleva la Palabra sembrada en ellos.

Jn_17,15.  No te pido que los retires del mundo, sino que los guardes del Maligno.

Ef_6,16.  embrazando siempre el escudo de la Fe, para que podáis apagar con él todos los encendidos dardos del Maligno.

2 Tes 3,3.  Fiel es el Señor; él os afianzará y os guardará del Maligno.

1Jn_5,18.  Sabemos que todo el que ha nacido de Dios no peca, sino que el Engendrado de Dios le guarda y el Maligno no llega a tocarle.



1Jn_5,19.  Sabemos que somos de Dios y que el mundo entero yace en poder del Maligno.

Lc 22,3.  Entonces Satanás entró en Judas, llamado Iscariote, que de los Doce;

Lc 22,31. «¡Simón, Simón! Mira que Satanás ha solicitado el poder cribaros como trigo;

Jn_13,27.  Y entonces, tras el bocado, entró en él Satanás. Jesús le dice, «Lo que vas a hacer, hazlo pronto.»

Hch 5,3.  Pedro le dijo, «Ananías, ¿cómo es que Satanás llenó tu corazón para mentir al Espíritu Santo, y quedarte con parte del precio del campo?

Hch 26,18.  para que les abras los ojos; para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y del poder de Satanás a Dios; y para que reciban el perdón de los pecados y una parte en la herencia entre los santificados, mediante la fe en mí."



2Co_2,11.  para que no seamos engañados por Satanás, pues no ignoramos sus propósitos.

2Co_11,14.  Y nada tiene de extraño, que el mismo Satanás se disfraza de ángel de luz.

2Co_12,7.  Y por eso, para que no me engría con la sublimidad de esas revelaciones, fue dado un aguijón a mi carne, un ángel de Satanás que me abofetea para que no me engría.

1 Tes 2,18.  Por eso quisimos ir a vosotros - yo mismo, Pablo, lo intenté una y otra vez - pero Satanás nos lo impidió.

2 Tes 2,9.  La venida del Impío estará señalada por el influjo de Satanás, con toda clase de milagros, señales, prodigios engañosos,

1Ti_5,15.  pues ya algunas se han extraviado yendo en pos de Satanás.



Heb_6,4. Porque es imposible que cuantos fueron una vez iluminados, gustaron el don celestial y fueron hechos partícipes del Espíritu Santo,

saborearon las buenas nuevas de Dios y los prodigios del mundo futuro, y a pesar de todo cayeron, se renueven otra vez mediante la penitencia, pues crucifican por su parte de nuevo al Hijo de Dios y le exponen a pública infamia.