http://www.frayescoba.info/

viernes, 14 de marzo de 2014

EL DIABLO NUBLA LAS MENTES

Si, de muchas maneras nos aleja de la luz de la verdad, pues es el enemigo de Dios, de la luz, de la vida, de la salvación.
Errores graves de nuestro tiempo son incontables entre ellos citaré algunos:
-      No importa lo que es verdad o mentira. El relativismo y subjetivismo avalado socialmente con la frecuente complicidad al hombre viejo, al que siempre se le quiere dar por su lado. Prevalece sobre la verdad o sobre lo auténtico, lo que te haga sentir bien, por falso, hueco y pasajero que sea.
-      El sentir sobre el saber, sobre la verdad, sobre la razón. Sólo importa el sentimiento, cómo te sientes, y así el sentirse bien se convierte en el falso ideal de muchos, como el ídolo que marca su hoja de ruta permanentemente. Sólo se quiere sentir bien, a costa de lo que sea: de la salud, de romper corazones, de defraudar, robar, mentir,… buscando egoístamente sólo el propio bienestar.
-      No importa el sentido de la vida, ni de lo que hacemos. Parece que se admitió como válido el sobrevivir, en la superficialidad del sobrevivir, sin importar las razones, ni la finalidad de la vida. Se resigna a no tener otro sentido en la vida más que el sentirse bien en todo momento. Ante esto no se sabe vivir nada con razones ni sentido, se vive en el sinsentido para el trabajo, para la enfermedad, ni mucho menos para la muerte.
-      Pero el enemigo anestesia un poco las conciencias con la mentira y el engaño de que hay vida después de la muerte, de que el muerto está en mejor vida, de que todos estaremos mejor después de esta etapa, sin un Dios, sin un camino, vivas como vivas. Se sigue idolatrando al ego, para el que se quiere bienestar permanente.
-      El hombre se endiosa, tomando sus decisiones solo, como si él fuera Dios. Siempre al margen de Dios y desde su propio capricho y criterio, por subjetivo y torpe que sea, pero no quiere que nadie más decida. Se fía de sí mismo al 100%, como si fuera dios mismo. Queriendo que se haga siempre su caprichosa voluntad.

-      Engañados socialmente: te hacen sufrir por absurdos, como que pierda tu equipo, como si fueras tu quien realmente perdió. Identificado con esa superficialidad de vida creada por el mundo del instante, pues cambia constantemente la moda, estará preocupado por aparentar así o asá, hablar así o asá, vestir de uno u otro modo, ir a tales lugares, gastar dinero en …  todo lo in, aunque eso caduque en dos días y lo “in” pase a ser otra cosa. Se vive en la superficialidad total, y muchos viven identificados en ese mundo artificial creado por el hombre superficial.



-      Sufriendo mucho por el cáncer, que le reduce unos años de vida. Pero me pregunto, ¿de qué le serviría unos años de vida? ¿Para vivir lo mismo que lleva viviendo 20 o 30 años? ¿Para sobrevivir y satisfacer sus instintos 10 años más? ¿A quién beneficiaría si viviera más? ¿Está aferrada a esta vida para qué? (de la película: un pedacito de cielo). Introyectó paradigmas sociales ridículos y sin sentido, por los que se hace la víctima, sufre y llora, echando de menos unos años más de superficialidad y egocentrismo, en lugar de buscar y añorar el sentido para vivir, y conocer al Dios que se reveló para salvarnos. Pero en la película como es usual pone la muerte como paso a la vida feliz, pero sin Dios. Y deja a sus familiares celebrando su muerte, como su fuera una gran fiesta: el diablo inculca por películas y otros medios, todos los antivalores que puede, lo que destruye, lo que lleva al hombre a la muerte y condenación, homosexualidad, equiparara a la hetero, la droga y delincuencia normalizada y aceptada como buena, el aborto como alternativa normal a la lógica humana, como si esta fuera la verdadera referencia a seguir, desde el propio endiosamiento del ego carnal, y sin idea de su verdadera identidad espiritual.


-      Idealización del propio bienestar egoístamente, de ahí que se quiera alejar uno de todo el que ose molestarle, de todo el que le haga salir de sí mismo, en definitiva de toda el que obstaculice el cumplimiento de la propia expectativa y voluntad. De ahí que abunden los divorcios, las rupturas y hasta violencia intrafamiliar, muertes, pleitos y lágrimas sin parar, por la propia incapacidad del ego para vencerse y dominarse a sí mismo. De ahí que cada vez sean más los que quedan solteros y solteras, prefiriendo convivir con alguna mascota, que no puede incomodar ni defraudar las propias expectativas y deseos como suelen las personas.