Esperamos el advenimiento, la venida de nuestro salvador JC. Es un tiempo litúrgico el que hoy empezamos para reflexionar en esta verdad de nuestra fe: El Señor Jesús nos prometió que volvería; el Nuevo Testamento habla mucho de la segunda venida de Cristo. Y también hay muchas referencias en el Antiguo Testamento, con promesas referidas a esa culminación o consumación de la obra de Cristo que se dará cuando El vuelva.
Esta verdad de nuestra fe, que también se conoce con la palabra griega PARUSIA (advenimiento) del Señor, la unimos en este tiempo litúrgico a la preparación para la Navidad.
Es de modo muy conveniente y acertado que se unen estas dos reflexiones, pues tienen mucho en común, ya que se trata en los dos casos de prepararnos para la venida del Señor, conmemorando su primera venida, o esperando su segunda y última venida. Es pues un tiempo de PREPARACION, y en ese sentido de reflexión, de conversión, de afinar el sonido que damos, como el que afina la guitarra, hemos de afinar nuestra vida al tono que nos da Cristo.
Es también un tiempo de ESPERANZA, pues es la feliz espera de la venida de nuestro Salvador, de la que estamos ciertos, pues El mismo lo prometió.
Hechos 1,11. "«Galileos, ¿qué hacéis ahí mirando al cielo? Este que os ha sido llevado, este mismo Jesús, vendrá así tal como le habéis visto subir al cielo.»"
Escucharemos muchos textos de Isaías referidos al Mesías, tanto en su primera venida como en la última venida que aun esperamos.
Y escucharemos en la misa también muchas EXHORTACIONES DE JESUS A ESTAR PREPARADOS para el encuentro definitivo con Cristo. Quiere encontrarnos a su venida con las lámparas de la fe encendidas, cumpliendo nuestro deber, siendo buenos administradores de todo lo que Él nos dio.
Apocalipsis 22,20. El que da testimonio de estas cosas, dice: Ciertamente, vengo en breve. Amén, sea así. Ven: Señor Jesús. La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros. Amén
MARANATA, VEN SEÑOR JESUS.