Es propuesta por el evangelio
como norma de vida cristiana. Buscaremos un camino práctico para hacer la
corrección. No con todos se puede practicar. Hay que hacer discernimiento
previo. Hay veces que puede ser conveniente fumigar esos problemas en temas de
reflexión para varios y luego tratar sobre lo entendido personalmente o en
grupos. Pueden también hacerse correcciones en comunidad sin dirigirse a uno
personalmente, siempre que pueda así enriquecerse a varios, etc.
PASOS
A SEGUIR
ANTES
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Si es necesario
perdonar, no corregir sin antes perdonar y amar a la persona. No podría
corregirle adecuadamente si estoy resentido o con ira.
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Seleccionar lo que
advierto de más a menos importante, y pensar lo que es oportuno expresar y en
qué términos. Que no sea todo sino lo que preveo que aceptará.
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Para ello hago
lluvia de ideas sobre modos de expresarlo, más o menos casuales, manejando o
comiendo, etc. Y escojo el modo que crea mejor para no ofender y lograr el
objetivo.
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No se trata de
decirle toda la verdad ni todo lo que creo, sino sólo lo que creo que le puede
edificar y ayudar.
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Neutralizo mis
impulsos. Libre de emociones y apasionamientos para ser más razonable e
imparcial en lo que expreso, de modo que será mejor recibido.
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Verifico el motivo
que me lleva a querer hacer la corrección: que sea movido por amor fraterno y
por la voluntad de Dios y no por mi deseo humano, perfeccionitis o cualquier
molestia.
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Antes de corregir me reviso a mí en ese aspecto.
Si me molesta reviso porqué me molesta eso que voy a corregir, y tal vez debo
corregir yo mi molestia.
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Luego oro por la persona y pido a Dios las
palabras y modo adecuado.
DURANTE
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Tomo la iniciativa en el lugar y momento
pensado.
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Uso palabras claras según lo meditado.
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Muestro amor fraterno en lo que expreso, y en el modo o
lenguaje no verbal.
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Expresiones de afecto. Si se ve conveniente se
le manifiesta algo positivo de él, lo que admiras y te agrada, y le agradeces.
DESPUÉS
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Das gracias a Dios en oración por el hermano.
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Mantener relación y trato normal con esa
persona, como si nada hubiese pasado.
CÓMO
RECIBIR LAS CORRECCIONES
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Evitar justificaciones para lo que se te dice.
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Evitar negación y reacciones defensivas, pues expresa lo
que se ve desde afuera, aunque no sea así, lo cual indica que hay algo a corregir
y hay que ser agradecido para no inhibir su próxima corrección.
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Toma nota si crees oportuno. Recibe con tolerancia, amor
y gratitud.
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Le pides que te siga corrigiendo con confianza
lo que vea y entienda que conviene.
ME
AUTOCORRIJO
Reviso a diario en el examen del
día mis actitudes, mis palabras y obras, para ver si fueron edificantes o debo
cortar ramitas estériles que salen del tronco, antes de que sean más grandes y
más difíciles de quitar, por el tiempo y la costumbre.
Lo ideal es instalar en sí mismo un chip
auto-corrector que te haga detectar de inmediato lo que sería deseable cambiar
y corregir.