Todo el desmoronamiento de la fe
y de la vida espiritual de la gente, como siempre tiene también por detrás
muchos engaños del maligno que no deja de sembrar su cizaña, sin que eso exima
al hombre de su responsabilidad, pues es el que, de modo incauto e
irresponsable, acepta esos engaños. Desde el Genesis hasta el evangelio
vemos al padre de la mentira engañando a los hombres, adán y Eva cayeron,
mientras que Jesús no se dejó engañar, y nos enseno el modo para no ser
engañados, la oración, el fiarnos más de la palabra de Dios que de los propios
sentidos o lógicas.
Las
consecuencias de cada caso fueron evidentes, el que deja entrar esa mentira
trae caos al mundo, división, pecado y muerte y Cristo, venciendo esos engaños,
nos trae la libertad, la salvación y la vida eterna. Para que veamos ahí una
muestra de la importancia de lo que creemos o no creemos, nos pone en un
extremo o en otro, más que como del cielo a la tierra, o en el cielo o en el
infierno.
El mundo y el también llamado por Jesús príncipe de este
mundo vienen sembrando mentira y engaño en abundancia, y son muchos los que se
dejan envenenar por ellos. Ahí podríamos revisar todos los engaños de la nueva
era, como por ejemplo los siguientes:
- No necesitas un dios, tú lo eres.
- La salvación esta en ti.
- Haz siempre lo que te nazca, en ti
esta la divinidad.
- Lo más auténtico es lo que nace de
ti. (ignorando la naturaleza caída por el pecado)
-
No se necesita la religión.
-
Puedes ser espiritual sin ser religioso.
-
Puedes abrirte a “dios” sin saber ni de su
revelación ni de su iglesia ni de compromiso ninguno, ni con dios y con nadie.
(ambigüedad total)
-
Da igual en lo que crees.
-
Cualquier poder
sobrenatural es el mismo, no importa si le llamas Jehová, o Mahoma o Jesús o
Buda o Ala, …
-
Después de la muerte
sigue la vida para todos. Hay luz para todos al otro lado del túnel. Nunca
condenación ni nada de lo que revela Dios.
-
Lo que creas es la
verdad para ti, sea lo que sea.
-
No hay una verdad
absoluta, cada uno construye su verdad.
Estas, entre muchas otras, son las mentiras inventadas por
hombres, nunca basadas en la biblia ni en la iglesia, y han sacado a muchos de
ella; han apartado a muchos del Dios que Cristo nos vino a revelar, haciéndoles
creer que no se necesita a Dios ni a Cristo, que puedes estar bien y hacer el
bien sin Dios y sin la Iglesia, que puedes llegar a la vida eterna por ti
mismo, que no necesitas ser salvado ni de ningún salvador.