La parábola
Los discípulos le preguntaron al maestro por qué acostumbraba esclarecer la verdad contando una historia.
- Se los explicaré contando una parábola sobre la propia Parábola, respondió.
Un día, la Verdad andaba visitando a los hombres sin ropas y sin adornos, tan desnuda como su nombre. Todos los que la veían le daban la espalda, por miedo o de vergüenza. La Verdad recorría la tierra, rechazada y despechada.. . Una tarde, desconsolada y triste, la Verdad encontró a la Parábola, que paseaba en un traje bello y colorido.
- Verdad... ¿por qué estás tan abatida? Preguntó la Parábola.
- Porque soy tan fea que los hombres me evitan, replicó la Verdad.
- Qué disparate, rió la Parábola, no es por eso que los hombres te evitan. Toma, ponte mi ropa y verás lo que acontece.
Entonces, la Verdad se puso uno de los vestidos de la Parábola, y por donde pasaba era bienvenida.
El maestro sonrió y dijo:
- "Pues la verdad, es que a los hombres no les gusta encarar a la Verdad desnuda".
Señor:
Danos la valentía de aceptar la Verdad tal cual es, sin prejuicios, sin anteponer al ego, ni a lo que nos han hecho creer los hombres sin Dios.
SI PERMANECEIS EN MI PALABRA SERÉIS VERDADERAMENTE MIS DISCÍPULOS; CONOCERÉIS LA VERDAD, Y LA VERDAD OS HARÁ LIBRES. Jn 8,31s.
Los discípulos le preguntaron al maestro por qué acostumbraba esclarecer la verdad contando una historia.
- Se los explicaré contando una parábola sobre la propia Parábola, respondió.
Un día, la Verdad andaba visitando a los hombres sin ropas y sin adornos, tan desnuda como su nombre. Todos los que la veían le daban la espalda, por miedo o de vergüenza. La Verdad recorría la tierra, rechazada y despechada.. . Una tarde, desconsolada y triste, la Verdad encontró a la Parábola, que paseaba en un traje bello y colorido.
- Verdad... ¿por qué estás tan abatida? Preguntó la Parábola.
- Porque soy tan fea que los hombres me evitan, replicó la Verdad.
- Qué disparate, rió la Parábola, no es por eso que los hombres te evitan. Toma, ponte mi ropa y verás lo que acontece.
Entonces, la Verdad se puso uno de los vestidos de la Parábola, y por donde pasaba era bienvenida.
El maestro sonrió y dijo:
- "Pues la verdad, es que a los hombres no les gusta encarar a la Verdad desnuda".
Señor:
Danos la valentía de aceptar la Verdad tal cual es, sin prejuicios, sin anteponer al ego, ni a lo que nos han hecho creer los hombres sin Dios.
SI PERMANECEIS EN MI PALABRA SERÉIS VERDADERAMENTE MIS DISCÍPULOS; CONOCERÉIS LA VERDAD, Y LA VERDAD OS HARÁ LIBRES. Jn 8,31s.