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sábado, 17 de enero de 2009


ICONO TRINIDAD

La palabra griega ícono significa “imagen” y se aplica a cierto tipo de cuadros propios de la Iglesia cristiana oriental.
Se lo venera. Es un llamado que nos invita a la contemplación del misterio de Dios. El pintor de íconos reza antes de pintar y pide a Dios que dirija sus manos.

Rublev se inspiró en el pasaje de Gn 18,1-10, conocido como “la hospitalidad de Abraham”. (Leer el texto)

- Aparecen tres ángeles frente a la tienda de Abraham, en el encinar de Mambré.

- Se lavan los pies, se reponen del camino.

- Comen la comida que Sara y Abraham les ofrecen generosamente.

- Anuncian un nacimiento inesperado del hijo deseado.


El ícono de la Trinidad nos invita a habitar en la casa del amor perfecto. Los temores nos atacan por todas partes, pero cuando permanezcamos en la casa de Dios, estos temores mundanos no tendrán ningún poder sobre nosotros.


- El círculo: Los tres personajes configuran un círculo. Pero más propio es hablar de un movimiento circular entre ellos, sugerido por sus miradas, por el juego de sus manos, por la inclinación de sus cabezas. Todo expresa una comunión extraordinaria entre los tres.


- La copa: El centro de los tres personajes es la copa. Los tres la rodean. Además, la copa está ubicada en el corazón de una copa más grande que dibujan los dos ángeles laterales. El tema de la conversación no puede ser otro que la copa. Es la copa eucarística.

- El cordero: En la copa está el cordero que Abraham ofreció a los ángeles. Es el Cordero de Dios. Es el centro del ícono.

- Los tres personajes: están vestidos de azul, símbolo de su divinidad. No son iguales, son diferentes. Sus actitudes, sus miradas, el color de sus ropas así lo indican.

- El Hijo: en el centro lo señala con los dedos indicando así su misión de ser el cordero del sacrificio, tan humano como divino por la encarnación.

- El Padre: a la izquierda, anima al hijo con un gesto de bendición.

- El Espíritu: quiere decir, mientras señala el rectángulo, que la entrega del Hijo es para la salvación del mundo.


- El rectángulo: sus cuatro esquinas representan el orden de la creación: norte, sur, este y oeste. Su posición indica que hay un lugar en la mesa para aquellos que quieren participar en la entrega del Hijo ofreciendo sus vidas como testigos del amor de Dios.

- La encina de Mambré se convierte en árbol de vida. Evoca el árbol del conocimiento del bien y del mal y el árbol de la cruz. El travesaño horizontal está formado por las cabezas del Padre y del Espíritu. No hay círculo sin cruz, ni vida eterna sin muerte, no se gana la vida sin perderla, ni hay reino celestial sin calvario.